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La Revista

Revivir la herencia de Ifá

Una sección transversal de personas recientemente iniciadas durante la Itefa (iniciación de Ifá) en un lugar secreto, no revelado. Crédito de la foto: Olaifa Apapoodu, 17 de diciembre de 2024.
Una sección transversal de personas recientemente iniciadas durante la Itefa (iniciación de Ifá) en un lugar secreto, no revelado. Crédito de la foto: Olaifa Apapoodu, 17 de diciembre de 2024.

Hace dos años cuando me enteré de que la artista nigeriana de gospel Gloria Doyle había abandonado el cristianismo para convertirse en sacerdotisa de Ifá, la llamé rápidamente y le pedí una entrevista. Durante la entrevista, Doyle dijo: “Dios me dijo que hay una forma mejor de conectarme con él. . . No hace falta pasar por los pastores para ver a Dios, pero si la religión es cálida, sientes tu paz interior al practicarla. No puedo irme de un lugar donde encuentro paz a otro donde hay guerra y amargura; te quedas allí donde encuentras paz”.

Estoy de acuerdo con Doyle en que la paz es crucial en este viaje de la vida. Siempre que se menciona la frase Yoruba “Ifá Olokun aso ro dayo” (“Ifá, el dueño del océano que habla de felicidad y fortuna”), aporta calma y optimismo en un mundo sumido en luchas y agitación. Aporta esperanza. La esperanza de una alegría duradera hunde sus raíces en el conocimiento Indígena integrado en Ifá, el sistema espiritual Yoruba. Según el profesor Wande Abimbola, el Awise Agbaye o portavoz mundial de la religión Yoruba, Ifá ofrece claridad en tiempos de desesperación. Abimbola compartió estas ideas durante la sesión plenaria de clausura del Parlamento de las Religiones del Mundo 2021. “Ifá es un sistema integral de conocimiento que ofrece soluciones a muchos problemas personales y comunitarios, como la guerra, el hambre, la depresión financiera, las enfermedades, la ansiedad y los problemas de salud mental”.

Ifá es un complejo y antiguo sistema de adoración, aprendizaje y espiritualidad. Abarca un vasto cuerpo de sabiduría, que incluye filosofía, medicina, ética y cosmología. En Ifá es fundamental la creencia en una deidad suprema, conocida como Olodumare, y un panteón de dioses conocidos como Orisas (también deletreado Orishas en la diáspora), que gobiernan diversos aspectos del mundo y la vida humana. Gira en torno a la lectura del Odu Ifá, un corpus de 256 textos sagrados que contienen mitología, historia y ética. El Odu Ifá, que se cree contiene la sabiduría de las Orisas, desempeña un papel central en Ifá, sirviendo de guía al Babalawo o Iyanifa para interpretar los mensajes de los dioses Orisa. Ifá proporciona orientación y comprensión de las complejidades de la vida. A diferencia de la Biblia o el Corán, Ifá no está codificado en un libro o documento único, sino que reside en el corazón de sus personas devotas.

Históricamente, Ifá ha sido la base moral y espiritual del pueblo Yoruba de África Occidental, concretamente en Nigeria, Benín y Togo. Sin embargo, con la colonización y la expansión del cristianismo y el islam, muchas prácticas Indígenas, incluido Ifá, fueron suprimidas. Durante siglos, estas tradiciones persistieron en silencio, transmitidas a través de enseñanzas orales dentro de familias y pequeñas comunidades. Los misioneros y las autoridades coloniales a menudo desalentaban o prohibían las actividades espirituales tradicionales. Según la Oxford Research Encyclopedia, tanto los esfuerzos coloniales como los misioneros promovieron el islam y el cristianismo a expensas de las religiones tradicionales africanas, lo que condujo a la marginación de las prácticas Indígenas.

Después de que Nigeria se independizara de Gran Bretaña en 1960, se produjo un modesto resurgimiento del interés por las prácticas tradicionales, incluido Ifá, a medida que la nación intentaba recuperar su identidad cultural. Sin embargo, el cristianismo y el islam siguieron dominando el panorama religioso, limitando el resurgimiento de las religiones Indígenas. Los académicos han señalado que, aunque se produjo cierto resurgimiento, los cambios sociales más amplios seguían favoreciendo a las religiones extranjeras. Por ejemplo, según el Oxford Journal of Law and Religion, Nigeria ha luchado por articular claramente la relación entre la religión y el Estado desde su independencia, con el cristianismo y el islam ejerciendo una influencia significativa en las esferas política y social de la nación a expensas de las religiones tradicionales.

Un Babalawo (sacerdote de Ifá) y un aprendiz devoto de Ifá durante una adivinación en Osogbo, estado de Osun, suroeste de Nigeria. Fotografía: Thandiwe Osuntoki Aoniran, 7 de marzo de 2023
Un Babalawo (sacerdote de Ifá) y un aprendiz devoto de Ifá durante una adivinación en Osogbo, estado de Osun, suroeste de Nigeria. Fotografía: Thandiwe Osuntoki Aoniran, 7 de marzo de 2023

En la década de 1990, Ifá experimentó un notable resurgimiento, impulsado por un creciente sentimiento de orgullo cultural y el deseo de las personas nigerianas de volver a conectar con sus raíces ancestrales. Este resurgimiento no fue un esfuerzo solitario sino colectivo, caracterizado por las acciones concertadas de movimientos culturales para resistir el dominio de religiones extranjeras y preservar las tradiciones Yoruba. Se cree que los esfuerzos de estudiosos como Jacob Olupona y Wande Abimbola han puesto de relieve el papel fundamental de estos movimientos culturales en el fomento de un renovado interés por las prácticas espirituales Yoruba. Estos esfuerzos formaban parte de una ola más amplia de renacimiento cultural, que unía a las personas para revitalizar las prácticas Indígenas.

A principios del siglo XXI, el resurgimiento de Ifá se aceleró, apoyado por líderes y practicantes tradicionales que promovieron su preservación mediante festivales, ceremonias e iniciativas educativas. A través del internet y las redes sociales también se ha difundido su conocimiento y practicantes de todo el mundo se han puesto en contacto. En 2008, la UNESCO reconoció el sistema de Ifá como herencia cultural inmaterial, testimonio de su importancia mundial y motivo de orgullo para sus practicantes y partidarios. En los últimos años ha resurgido el interés por Ifá, sobre todo entre las generaciones más jóvenes, que buscan reencontrarse con su herencia cultural y sus prácticas tradicionales. La Asociación para el Bienestar de las personas Iseses de Nigeria ha apoyado proactivamente al movimiento Isese en medio de crecientes desafíos. Un ejemplo notable es la del activista Isese Abdulazeez Adegbola, conocido como Tani Olohun. Su caso, detallado en el artículo “Cómo atraparon a Tani Olohun” y el calvario de su detención de 92 días explicado en “Tani Olohun recupera la libertad”, se han convertido en un referente de los retos a los que se enfrentan las personas practicantes de Ifá en un Estado laico como Nigeria.

Para entender mejor por qué y cómo se logró esto, hablé con un destacado Babalawo (Sacerdote), Olúwo Jògbòdó Òrúnmìlà, quien me explicó que la razón por la que él practica Ifá es que nació en ella y la aprendió. “Es el trabajo y la práctica de mi vida. Como hombre Yoruba, es lo correcto. Seguir el camino de mis antepasados en lugar de ser esclavo de ideas extranjeras y de una religión ajena”. La gente mantiene esta práctica porque es su herencia y una reacción cultural a las imposiciones de religiones extranjeras.

Se calcula que en todo el mundo hay millones de personas devotas de Ifá. Entre ellas hay practicantes principalmente en África Occidental, así como en América y Europa. El número exacto es difícil de determinar debido a la naturaleza diversa y extendida de la práctica. Shaweel Weels Abimbola, panafricanista y tradicionalista, explica que “Ifá es una herramienta para adorar a Olodumare (Dios) y venerar a los dioses a los que Olodumare ha dado poder sobre aspectos de la naturaleza. Yo soy tradicionalista, y lo elijo porque Olodumare creó mi existencia en África (y en Yoruba, para ser exacta). Seguiré mis costumbres ancestrales en lugar de las ajenas que nos han traído a través de graves injusticias”.

En su esencia, Ifá celebra la interconexión de la humanidad, la naturaleza y el cosmos, y está profundamente arraigado en el conocimiento Indígena Yoruba que representa. La práctica de Ifá implica una comunión sagrada con los dioses mediante rituales. Esto se produce en forma de adoración, en la que el Babalawo (sacerdote) utiliza herramientas como el Opele (cadena de adivinación) o el Ikin (nueces de palma) para comunicarse con las Orisas y proporcionarles orientación. Se presentan ofrendas como comida, bebida y otros objetos para pedir favores o mostrar gratitud. Los rituales de Ifá incluyen oraciones, conjuros y cánticos para invocar las bendiciones de las Orisas, a menudo acompañadas de música y bailes tradicionales. Estos elementos honran a las Orisas e infunden vitalidad y vivacidad a la práctica, creando una atmósfera espiritual. Los métodos de limpieza y purificación, como las hierbas, el agua y otros elementos naturales, ayudan a eliminar las energías negativas y a crear un entorno espiritualmente armonioso para obtener percepciones y la guía de lo divino.

El profesor Wande Abimbola subraya que Ifá no es solo para el pueblo Yoruba sino para toda la humanidad. Aboga por el reconocimiento de la validez de todas las religiones y anima a compartir creencias sin conversiones forzadas. La importancia de Ifá en el mundo actual radica en su comprensión holística de la interconexión.  Esta perspectiva es especialmente relevante hoy en día que la degradación medioambiental, el cambio climático y la desigualdad social son problemas urgentes. La celebración de Ifá de la interconexión nos convierte a todes en parte de un todo mayor, fomentando un sentido de inclusión y responsabilidad compartida. Practicar Ifá en la vida cotidiana ofrece una orientación práctica y una sensación de arraigo, ya que hace hincapié en los valores comunitarios y la comunidad, especialmente entre las personas Indígenas Yoruba de África Occidental y la diáspora. La ética de Ifá resalta la importancia de los valores morales y el comportamiento ético. Enseña principios como la honradez, la integridad y el respeto a los demás. Las enseñanzas éticas de Ifá guían a las personas a tomar decisiones justas y a vivir en armonía dentro de sus comunidades.

Un grupo de personas nuevamente iniciadas de Ifá durante la Itefa (iniciación de Ifá) en Miami, Florida. Crédito de la foto: Agboola Joe eduardo, 9 de abril de 2023.
Un grupo de personas nuevamente iniciadas de Ifá durante la Itefa (iniciación de Ifá) en Miami, Florida. Crédito de la foto: Agboola Joe eduardo, 9 de abril de 2023.

A través de la metafísica, Ifá profundiza en la naturaleza de la existencia y el universo. Explora conceptos como la naturaleza cíclica de la vida y el equilibrio entre fuerzas opuestas. Las enseñanzas metafísicas de Ifá proporcionan un marco para comprender el mundo y el lugar que uno ocupa en él. La epistemología de Ifá también ofrece un enfoque único del conocimiento y la sabiduría. Enfatiza la importancia del aprendizaje experimental, las tradiciones orales y la adivinación. Sus enseñanzas epistemológicas destacan el valor de la intuición, la observación y la transmisión del conocimiento de generación en generación.

La reaparición de Ifá forma parte de un movimiento más amplio para reafirmar el valor y la importancia de las prácticas Indígenas africanas frente a la marginación histórica y actual. Al situar Ifá y otras tradiciones africanas en el centro de la civilización, sus seguidores desafían el dominio de influencias religiosas y culturales extranjeras y afirman la importancia de su herencia. En una entrevista con Larry Madowo, de la CNN, el escritor nigeriano y Premio Nobel Wole Soyinka expresó su preferencia por la veneración de Orisa, describiéndola como cultural, creativa y misteriosa. Aprecia la naturaleza no violenta y ecuménica de la veneración de Orisa. Las reflexiones de Soyinka subrayan la riqueza cultural y espiritual de la veneración Orisa, en consonancia con los esfuerzos más amplios por preservar la herencia espiritual africana.

Funmilayo Fakankun, una joven cristiana que estudió Ifá en 2022, aprecia sus ideas filosóficas. Contó cómo Ifá reforzó su creencia en la reencarnación y profundizó su comprensión de la identidad y la historia. En una entrevista con el periódico Punch, dijo que empezó a estudiar Ifá por curiosidad. “Formalmente, empecé a aprender sobre Ifá en 2022. Hasta ahora he aprendido que la vida es circular. También me enseñó que lo que uno hace es lo que obtiene y que la recompensa y el castigo están aquí en la tierra. Consolidó mi fe en la reencarnación y no en el fuego del infierno. El aspecto filosófico de Ifá es perspicaz y muy hermoso”.  Del mismo modo, el rapero afroamericano 21 Savage (nacido Shayaa Bin Abraham-Joseph), adorador de Ifá, dijo al hablar con The Breakfast Club: “Siempre he dicho que (estoy aquí por una razón), incluso cuando estaba en el hospital, solía decir que. . . Soy espiritual, soy Ifá, mi religión es Ifá. . . Es una religión nigeriana”.

Para las personas seguidoras de Ifá, la fe ofrece orientación práctica y una sensación de arraigo. Awo Falokun escribió: “Gracias a los esfuerzos de varios sacerdotes de Ifá, finalmente pude apreciar la idea de que la verdadera sabiduría sólo llega a través de la integración del pensamiento y la emoción. Esta integración suele producirse durante esos encuentros de la vida real que nos obligan a transformar nuestra relación con uno mismo y con el mundo. Durante muchos años, me consideré intrépido a la hora de tratar con fuerzas espirituales. Eso fue antes de que me presentaran el verdadero poder espiritual. Una vez abiertas esas puertas, me vi obligado a enfrentarme a la experiencia real del miedo. Esta confrontación confirmó aún más que la comprensión de mi relación con Orisa no podía ser iluminada solo por los libros.”

No obstante, la oposición a las celebraciones del Día de Isese (Día de la Religión Yoruba) ilustra la lucha más amplia de Nigeria por alcanzar la tolerancia religiosa. Los esfuerzos continuos para mediar y resolver estos conflictos son cruciales. Este contexto resalta los desafíos de la religión Ifá y sus seguidores en los tiempos modernos, particularmente en regiones donde dominan el islam y el cristianismo. ¿Por qué ahora? Para muchas personas, abrazar Ifá es una forma de descolonizar su identidad y desafiar narrativas que alguna vez vilipendiaron sus creencias ancestrales. La marginación y los estereotipos de la veneración a Ifá, describiéndola como primitiva y supersticioso, están en curso específicamente en Nigeria.  Esta percepción, perpetuada por los sistemas educativos coloniales, socava el valor y la importancia de estas tradiciones.

Comprender los desafíos que enfrentan las personas practicantes de Ifá, como la falta de apoyo del establecimiento y la amenaza de la intolerancia religiosa, puede fomentar la empatía y una apreciación más profunda de su resiliencia ante la adversidad. Igualmente, hay una falta de apoyo para las prácticas de Ifá dentro de las instituciones educativas y gubernamentales. Integrar las enseñanzas de Ifá en el plan de estudios y obtener una aceptación más amplia es un desafío crucial para preservar esta rica herencia cultural. El rápido ritmo de modernización y urbanización en Nigeria y en toda África occidental ha provocado la erosión de las prácticas y valores tradicionales entre sus pueblos Indígenas. Este cambio puede atribuirse al atractivo de los estilos de vida modernos, la influencia de las culturas globales y la percepción de irrelevancia de las prácticas tradicionales en los entornos contemporáneos.

Sin embargo, Ifá está experimentando un resurgimiento, en parte debido a los movimientos globales que reclaman el conocimiento Indígena y la espiritualidad africana. En Nigeria, la gente celebra abiertamente las fiestas de Ifá, combinando rituales con expresión artística. Asimismo, las comunidades afrodescendientes en Brasil, Cuba, Trinidad y Estados Unidos se reconectaron con sus raíces Yoruba a través de las prácticas de Ifá, como se ve en el candomblé de Brasil y la santería de Cuba. También se llevan a cabo celebraciones diaspóricas en ciudades como Londres y Nueva York. Sin embargo, persisten desafíos. Para abordarlos es necesario integrar las enseñanzas de Ifá en la educación general, fomentar la participación comunitaria continua y la mentoría de las personas mayores. El apoyo y la protección legal del gobierno nigeriano son cruciales, incluido el reconocimiento del Día de Isese (Día de la Religión Yoruba) y el posible patrocinio de la peregrinación de la diáspora a Ile-Ife, el hogar ancestral de las personas Yorubas y la práctica de Ifá.

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Sobre la persona autora:

Tunji Offeyi es un galardonado periodista nigeriano-británico, poeta, Salzburg Global Fellow e investigador doctoral en herencia en la Universidad de Gales Trinity Saint David. Tiene trabajos creativos notables y es Ejecutivo Regional de los Demócratas Liberales en West Midlands, Reino Unido.