Las comunidades indígenas dentro y alrededor de la llamada Norteamérica han sufrido los daños severos de nuestras tierras natales, ambos dentro y fuera de las reservas indígenas, a lo largo de muchas generaciones, debido a las industrias extractivas. Varias generaciones de pueblos indígenas hoy en día jamás han conocido a la Madre Tierra sin el impacto causado por el desastre climático. Como defensoras y defensores legítimos de la tierra, las comunidades indígenas han centrado sus esfuerzos en alcanzar la justicia climática, utilizando varias tácticas, entre ellas el arte.

En 2021 y 2022, miles de personas indígenas y sus aliadas y aliados se tomaron las calles de diferentes ciudades, como Los Ángeles y San Francisco, para denunciar a los grandes corporaciones cómplices del desastre climático, como BlackRock y Wells Fargo, debido a su rol en el financiamiento de la destrucción de tierras indígenas.

A través de la resistencia indígena, las comunidades se han unido en solo colectivo para luchar por la justicia climática en nombre de la Madre Tierra.