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La Revista

Entrevista Con Theo Cuthand

Artista de dos espíritus

Crédito de la foto: Theo Cuthand

Theo Cuthand (pronombre: él) es un artista, cineasta, performer, desarrollador independiente de juegos y escritor de dos espíritus. Es un hombre Indígena-gay, pansexual y trans, y miembro de la Primera Nación de Little Pine. Por 30 años, ha producido videos y películas cortos que han sido exhibidos en festivales de cine alrededor del mundo, incluyendo ImagineNATIVE en Toronto, el Festival de Cine Tribeca de Nueva York, el Festival Mixto Brasileiro de Diversidad Sexual de São Paulo y la Berlinale de Berlín. Tiene una licenciatura en Bellas Artes y Video y una maestría en Producción de Medios. Ganó el Premio de Arte Indígena REVEAL de la Fundación Hnatyshyn (2017) y actualmente es un Artista Indígena Residente en Western University.

Miembro del comité de planificación del evento Ritmos Descolonizados Orgullo Mundial Indígena (Decolonized Beatz Indigenous World Pride, DBIWP por sus siglas en inglés), Theo está a cargo del Programa de Talleres de Video para Juventudes Indígenas Queer, a través del cual ha formado a un grupo internacional de jóvenes en la creación audiovisual, brindándoles mentoría en todas las etapas de producción y posproducción.

Theo conversó con La Revista sobre su participación en la programación del DBIWP, motivada por su entusiasmo e interés en conectar con personas Indígenas queer de distintas partes del mundo, así como sobre su experiencia como mentor de jóvenes Indígenas queer en el ámbito cinematográfico.

P. ¿Podrías contarnos cómo fue para ti trabajar con las juventudes Indígenas queer que participaron en el Programa de Talleres de Video?

Uno de los estudiantes, de Fiyi, creó una serie de videos en los que entrevistó a artistas gay, trans y drag. Otra participante, de Colombia, habló con personas mayores que ella sobre la diversidad sexual, y descubrió que muchas de ellas no eran muy comprensivas con el tema. Aun así, ella tiene una visión muy abierta y el deseo de recuperar una forma de aceptación que, según ella, existía en tiempos pasados en su región. También hubo dos participantes de Estados Unidos: una hizo un video sobre la historia de su familia, y la otra sobre la historia de la comunidad Indígena urbana en Seattle. Así que cada proyecto fue muy distinto, con miradas muy personales. Fue muy lindo trabajar con todes. Son personas realmente interesantes.

P. ¿Podrías compartir tus reflexiones sobre la importancia del DBIWP, desde tu perspectiva personal y en relación con los temas que exploras en tu trabajo artístico?

Parte de mi práctica artística ha consistido en compartir y transmitir habilidades. En ese sentido, fue una experiencia muy enriquecedora poder enseñar a jóvenes a crear videos a través de nuestro programa de talleres. Además, tuvimos dos oradores invitados que fueron una gran inspiración tanto para mí como para les jóvenes participantes. Nos acompañaron Erica Tremblay —quien coescribió, dirigió y produjo Fancy Dance, protagonizada por Lily Gladstone— y Sky Hopinka, ganador de una prestigiosa beca MacArthur, conocida como el “premio de los genios”. Este tipo de espacios permite conectar a artistas emergentes con figuras consolidadas de la industria, y eso es algo que valoro profundamente.

P. ¿Podrías contarnos qué te parece valioso o importante de espacios como el DBIWP?

Tener más conexiones es fundamental, especialmente en el mundo en que vivimos. La diversidad importa. Contar con personas de distintas culturas que se interpreten entre sí y compartan historias me parece algo imprescindible, sobre todo para fortalecer a las comunidades Indígenas alrededor del mundo. Además, creo que es clave brindar a les jóvenes la oportunidad de estrenar los videos en los que han trabajado con tanto esfuerzo, para que puedan tener una audiencia y la posibilidad de destacarse.

P. Me pregunto si tu perspectiva sobre los eventos del DBIWP ha cambiado con el tiempo, o si ha tomado un nuevo significado dentro del contexto político actual.

Ahora se siente aún más importante, ya que nuestras comunidades están bajo amenaza. Recientemente vi que incluso el Smithsonian está siendo atacado, y que el presidente [de los llamados “Estados Unidos”] quiere evitar que esos museos exhiban lo que él considera divisorio, lo cual creo que se refiere a todo lo que involucra a personas que no son blancas. Por eso, es crucial contar con más espacios donde podamos crear y compartir nuestras artes con los demás. Además, he notado que hay organizaciones, galerías y festivales en Estados Unidos que ya están respondiendo a esta situación. He visto que han cancelado obras o han dejado de programar a artistas negros, indígenas y personas de color (BIPOC, por sus siglas en inglés), o a personas gay, trans, negras, indígenas y de color (QTBIPOC). No creo que a nadie le sirva si esas organizaciones ceden ante un gobierno totalitario. Lo veo con cierto desaliento, pero también reconozco que, a pesar de todo, existen organizaciones comprometidas con este trabajo, lo cual es muy valioso.

P. Asistirás al DBIWP por Zoom debido a ser trans y los problemas asociados con cruzar la frontera. ¿Podrías compartir tu perspectiva sobre las dificultades que enfrenta la comunidad trans al viajar a los llamados “Estados Unidos”?

Cruzar la frontera se ha vuelto cada vez más difícil para muchas personas, no solo para la comunidad trans. Yo comencé a notar esto el año pasado y sentí que algo iba a suceder, por lo que decidí dejar de viajar a los llamados “Estados Unidos”. Luego comenzaron a implementarse más restricciones en la frontera, especialmente contra las personas trans, como la dificultad para obtener visas y otros documentos, y la exigencia de presentar un pasaporte con el género asignado al nacer. Yo ya no tengo ese tipo de pasaporte, ya que realicé cambios legales de nombre y género en Canadá, y mi carnet de identidad ha sido actualizado. Por lo tanto, ahora no tengo la documentación adecuada para cruzar la frontera.

P. Puedes compartir un poco sobre los temas que suelen ser el enfoque principal de tu trabajo.

Creo que una gran parte de esto comenzó al enfocarme en la identidad, en las identidades diversas y lo que yo mismo vivía al ser Indígena y gay, y también en la locura. Luego empecé a centrarme más en la comunidad. Así que muchos de mis videos ahora abordan temas relacionados con la comunidad Indígena-gay, gay y de dos espíritus, explorando cómo opera la política dentro de nuestra comunidad, los desafíos que enfrentamos, incluso entre nosotres mismes, los desacuerdos y acuerdos, y las dificultades para cuidarnos unes a otres. También, el placer de cuidarnos mutuamente. Mi práctica evolucionó de ser muy individualista a enfocarse más en la comunidad.

P. Tú mencionaste la locura. ¿Podrías hablar sobre lo que eso significa para ti?

Padezco de trastorno bipolar, lo que me llevó a experimentar episodios de depresión durante mi infancia. Esto influyó en mi forma de ver la vida. Es curioso porque, a pesar de esto, produzco muchos videos cómicos. A los 24 años, experimenté mi primer episodio maníaco. El trastorno bipolar ha impactado mi vida de una manera significativa, ya que los altibajos emocionales han afectado mi día a día. Además, al haber sido internado en un pabellón psiquiátrico y en un asilo, mi forma de entender el mundo ha cambiado. Ser confinado involuntariamente es una experiencia aterradora, algo que la gente no comprende a menos que haya estado en una situación donde no pudiera salir de un hospital o de una cárcel. Estas experiencias me enseñaron mucho y las uso como parte de mi trabajo.

P. ¿Podrías contarme cómo tu identidad Indígena ha influido tanto en tu proceso creativo como en el trabajo que realizas?

Todo en mi arte está entrelazado con mi identidad: las historias que cuento, la forma en que las narro. Muchos de mis videos incluyen monólogos, que es también cómo mi abuelo nos transmitía las historias tradicionales en la familia. Así que gran parte de mi narrativa comienza desde esa raíz oral, contada en primera persona. En realidad, muchos en mi familia son narradores: tengo una tía escritora, un tío periodista, mi mamá y mi papá son artistas. El arte Indígena y la narración han sido siempre parte de mi vida. Creo que, de alguna forma, estaba destinado a contar historias o a hacer arte. Desde pequeño vi cómo mi mamá no solo creaba sino que también guiaba: era mentora de otros artistas, trabajaba activamente en la comunidad, formaba parte de juntas directivas. Ella me enseñó que avanzar en la vida no se trata solo del crecimiento personal sino de hacerlo de la mano con tu comunidad. Ese valor —el de avanzar colectivamente— es algo que heredé profundamente de ella.

P. ¿Cuál es el mensaje que te gustaría que las personas Indígenas 2SLGBTQIA+, que participan en el DBIWP se lleven consigo al final del evento?

Creo que me gustaría que la gente sepa que aunque nunca hayan hecho arte antes, es algo que está al alcance de todos. No se necesita crear algo perfecto para que sea valioso. Siempre animo a las personas a contar sus propias historias. Si tienes una historia que no ha sido contada, creo que deberías encontrar la forma de compartirla, aunque sea a través de un poema o un relato escrito, no siempre tiene que ser una película. Para mí, lo importante es fomentar la narración de historias y el arte Indígena-gay. Necesitamos más voces, más expresiones, más representaciones. Siempre hay espacio para más.

P. ¿Hay algo que te gustaría decirles a las personas aliadas que asistirán al DBIWP?

Sí. Especialmente ahora, es fundamental proteger a las personas indígenas queer. Y eso no significa ignorarlas o aislarlas. Proteger también es celebrar. Yo creo que la verdadera protección implica crear espacios donde esas personas puedan ser vistas, escuchadas y valoradas. Si hay fuerzas que intentan decir que alguien no merece ser celebrado por ser gay, trans o lo que sea, no hay que prestarles atención. La forma más poderosa de resistir es justamente esa: celebrar a quienes han sido marginados, darles voz, permitirles interpretar, crear, y compartir su trabajo con el mundo.

P. ¿Tienes otros proyectos en marcha en este momento?

Actualmente estoy trabajando en un videojuego independiente titulado Repatriate Me. En él, el jugador encarna el espíritu de un hombre nêhiyaw (Plains Cree) cuyos restos han sido conservados en un museo. El objetivo es abrirse camino hasta la oficina de la dirección, en lo alto del edificio, para lograr su repatriación. Además, este verano voy a rodar un cortometraje titulado Poor. Surgió a partir de mi experiencia con la pobreza, que me generó una gran rabia, y quise canalizarla escribiendo una historia. Logré financiación y ahora lo vamos a filmar. También estoy trabajando en un largometraje, aunque aún está en desarrollo. Estamos afinando el borrador final antes de buscar los fondos para su producción. La historia aborda el tema de las mujeres Indígenas desaparecidas y asesinadas, y se construye como un relato de venganza con elementos sobrenaturales.

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